Isabel Ferrández ha decidido emprender en su pueblo natal con la puesta en marcha de una explotación avícola para la producción de huevos camperos.
Al millar de gallinas camperas propiedad de Isabel Ferrández, vecina de Biota(Zaragoza), les encanta la música y posar como auténticas profesionales en su perfil de Instagram, huevos_camperos_biota, donde esta joven emprendedora de 37 años cuelga los avances que, día a día, se producen en su recientemente inaugurada explotación avícola. Historias que son recibidas en las redes sociales, con decenas de ‘me gusta’, que le animan a seguir adelante con este proyecto.
Un sueño que se hizo realidad el pasado 2 de julio, después de dos años de intenso trabajo para poner en marcha las instalaciones y conseguir los permisos administrativos necesarios para arrancar. «Durante doce años estuve viviendo en Zaragoza. Allí cursé estudios de comercio y márquetin, pero volví a mi pueblo natal por amor y pensé que era el momento de arrancar un negocio que me permitiera conciliar mi vida familiar y laboral. Y con mi explotación de gallinas puedo hacerlo perfectamente», explica Isabel, quien para lograr este reto ha contado con el apoyo logístico y emocional de su marido, Samuel.
Ella quería que su negocio estuviera relacionado con el campo y la chispa saltó cuando fue a visitar una granja avícola de un amigo y le entraron las ganas de emprender con algo similar. «Estuvimos durante meses mirando terrenos porque los de mi padre no servían para esta finalidad. Al final, tuvimos que comprar y en la misma zona hemos levantado la granja y también el área de envasado», apunta Isabel, quien afronta esta nueva etapa con mucho optimismo, a pesar de que la apertura del negocio ha arrancado en plena pandemia.
«Han sido meses de muchos nervios porque tuvimos que pedir permisos especiales para poder acabar las obras y que las instalaciones estuvieran listas para la fecha en la que iban a entrar las gallinas. Pero, todo ha salido bien y, poco a poco, nos vamos consolidando dentro de un sector que cuenta con una gran demanda, porque la gente quiere comer cada día más sano y apuesta por productos, como nuestros huevos, procedentes de gallinas que se crían al aire libre y se alimentan de forma natural», explica.
Cientos de huevos, más de 900 al día, que se comercializan bajo la marca ‘Huevos Camperos Valdelobos’, que Isabel recoge diariamente por la mañana, ya que las gallinas «son de costumbres muy fijas y hay que hacerlo a la misma hora todos los días», matiza.
Luego también se encarga de realizar el envasado por la tarde y del reparto por muchos comercios de la zona de las Cinco Villas, como Sádaba, Uncastillo, Tauste o Ejea de los Caballeros, entre otros.
En cuanto a la posibilidad de iniciar la venta ‘online’, Isabel cree que todavía no es el momento porque es «muy difícil comercializar productos tan frescos». Con lo que sí sueña es con ampliar el número de gallinas y que sus huevos lleguen a más rincones de Zaragoza. En definitiva, su meta es seguir creciendo y asentar población en su localidad natal.
Fuente:Heraldo de Aragón