NUEVA IGLESIA
Con motivo de las obras de derribo de un edificio en el entorno del castillo, en el año 2012, aparecieron las ruinas de una iglesia que ha sido objeto de estudio en los últimos años.
Estaba cubierta por el escombro que se fue retirando hasta dejar al descubierto la totalidad de los restos. Se trata de un edificio de 20 m de longitud y 6 de anchura, construida en buenos sillares, probablemente de procedencia local, con muros de notable espesor. Se ha conservado una altura de dos metros en los muros norte y oeste y de un metro en el muro sur. También se ha preservado un pequeño tramo del ábside.
El edificio estaría formado por cuatro tramos delimitados por tres pilastras. En los pies se ven señales del arranque de arcos fajones que pudieron soportar un coro alto de fábrica.
Por el planteamiento que presenta se puede aventurar que la cubierta sería con bóveda de crucería. Por estas características constructivas se le ha dado una cronología tardorrománica.
En el muro norte se pueden ver tres semicolumnas adosadas a las pilastras. Las esquinas acaban en una moldura de baquetón flanqueada por dos escocías. Este paramento conserva también restos de policromía con motivos geométricos y marcas incisas que podrían ser grafitis o algún tipo de anotación.
Se ha apuntado la posibilidad de que el edificio tuviese una fase constructiva anterior, siglos X-XI, por el afloramiento de varias columnas encontradas en el suelo del templo.
Entre los escombros retirados en el entorno de lo que debió ser la portada, en el muro sur, se encontró una pequeña escultura. Está realizada en piedra arenisca y se trata de una cabeza femenina que porta corona decorada con joyas y un velo que cae por los laterales hasta el cuello.
La cara tiene rasgos típicamente góticos: cara alargada, ojos almendrados, cejas curvas y gruesas, expresión hierática y rígida y posición frontal. Ha conservado restos de policromía.
El parecido entre ambas ha hecho pensar en que fueron esculpidas en un mismo momento e incluso por el mismo autor o taller.
La presencia de esta escultura entre los restos de las ruinas ha permitido conjeturar sobre la adscripción de esta iglesia a un monasterio femenino que habría en Biota en el siglo XI. Las fuentes escritas aluden a él como lugar pertenecía a San Esteban de Orés hasta el año 1071 momento en que pasa a ser propiedad del monasterio de San Juan de la Peña.
Como apoyo a esta interpretación se remite a la pervivencia en la tradición oral de una noticia sobre la existencia de una vieja iglesia soterrada en el barrio de la Virgen. El mismo nombre del barrio apuntaría en esa dirección.
Habrá que esperar futuras investigaciones que corroboren esta hipótesis.
El ayuntamiento de Biota, en una clara apuesta por la conservación y difusión del patrimonio de la localidad, puso en valor los restos. Se protegió convenientemente el suelo de la iglesia y se realizó un corredor perimetral que deja exentos los muros por el exterior. Se ha marcado en planta el cerramiento del ábside con moldura de hierro para una mejor interpretación por parte del visitante y se ha vallado el entorno, de tal manera que se pueden visitar las ruinas desde el exterior pero se restringe su acceso como medida de protección.
PARA SABER MÁS
MARTÍN JARAUTA, C. “Estudio arqueológico de un templo medieval descubierto en Biota. Zaragoza”. Revista “Románico” nº 19. 2015.
https://www.amigosdelromanico.org/opini%C3%B3n/id_10701.html