Asoleo
La iglesia de San Miguel arcángel de Biota es una obra del románico de finales del siglo XII ya en clara transición al gótico. Además de sus magníficas portadas cuyos temas centrales son la epifanía (oeste) y la psicostasis o pesaje de las almas (sur), un hecho inadvertido hasta su redescubrimiento en el año 2021 llama la atención de quien lo visita en las fechas adecuadas.
La orientación de la iglesia a 78º, es decir, con el ábside ligeramente más al norte de lo que la orientación canónica exigía, provoca que el sol de poniente del día de San Miguel (29 de septiembre) atraviese perpendicularmente el templo y, tras un recorrido de su proyección cargado de simbolismo por el retablo, termine iluminando la hornacina en la que se sitúa la figura del santo.
Este hecho no es casual. Ya en la construcción de la iglesia en época medieval como en la colocación del retablo en la edad moderna, se tuvo en cuenta este hecho para tratar de aprovecharlo en un hermoso e impresionante diseño de iluminación natural que asombra al observador.
Conviene recordar que la construcción de la iglesia y del retablo se realizaron durante la vigencia del calendario juliano. En octubre de 1582 las monarquías católicas europeas adoptaron el nuevo calendario gregoriano, vigente hoy en día, en cuya transición desaparecieron 10 días, del 5 al 14 de octubre de aquel año 1582, para adaptar el calendario litúrgico y administrativo al calendario astronómico. De este modo, en los años posteriores todas las festividades quedaron adelantadas en el ciclo solar a como se habían venido celebrando hasta entonces.
Así pues, cuando el sol se sitúa en un azimut de 258º (oeste sudoeste) y una altitud de 6º, la luz proyectada atraviesa el templo desde el vano oeste hasta el ábside, hoy ocupado por el retablo, iluminando directamente la figura de San Miguel. Aunque diseñado en origen para ser exacto en el día 29 de septiembre, el cambio al calendario gregoriano provocó que en la actualidad está posición del sol se dé en la primera semana de octubre a las 19:05 (horario GMT+2), así como en su reflejo solsticial, la segunda semana de marzo a las 18:25 (horario GMT +1).
Desconocemos qué es lo que había antes de la colocación del retablo actual, construido a mediados del siglo XVI. Probablemente existiría algún tipo de pintura mural desaparecida u otro retablo anterior del que no se han conservado referencias, pero en el que sin duda se realzaría un similar paso narrativo de la luz.
El día del asoleo la luz comienza a iluminar la parte del evangelio (izquierda según lo miramos de frente) del banco o predela con la imagen de San Pedro y la proyección va elevándose progresivamente hasta terminar iluminando primero la hornacina donde se sitúa la Virgen, en la entrecalle del segundo piso, e inmediatamente después la calle central a la altura de la hornacina donde se sitúa San Miguel venciendo a un demonio.
Ya hemos mencionado que en la portada sur del templo, en el lado donde se ubicaba antiguamente el cementerio, tenemos el tímpano representando la psicostasis (disputa de las almas). En términos fácilmente entendibles podríamos decir que si en esa escultura de la portada sur viene explicado el pesaje de las almas como una fotografía, en el retablo y con la ayuda del movimiento del sol sobre él, se explica lo mismo como una película.
La proyección del sol del ocaso representa el alma que deja el cuerpo. Comienza iluminando a San Pedro, quien recibe las almas, y posteriormente, tras la intercesión de la Virgen, la proyección solar se eleva finalmente para ser acogida por San Miguel venciendo a los demonios.